La Guardia de Honor es la reunión de fieles cristianos (laicos, religiosos, sacerdotes y Papas) para dar culto al Sagrado Corazón de Jesús, con aprobación Pontificia y Diocesana, conforme la espiritualidad de Santa Margarita María Alacoque.
Durante la Hora de Guardia cada Asociado está particularmente encargado de ofrecer este cáliz de bendición al Padre Eterno. Puede hacerlo de una manera mental y desapercibida, al ir y venir, trabajar o sufrir, conversar incluso; un solo impulso del corazón basta.
El fin de estas almas generosas es no solamente dar amor por amor, vida por vida a este Corazón que se agotó amándolas, sino también obtener el triunfo de la Santa Iglesia y la salvación de los pobres pecadores por la aceptación de sus penas, armadura y cruces con que la Providencia siembre su camino, y aún por voluntarias inmolaciones.
En realidad, los Guardias de Honor prosiguen cerca del Sagrario la santa vigilia del Calvario reproduciendo su triple amor:
EL AMOR ARREPENTIDO
Con MAGDALENA, Penetrados del recuerdo de sus faltas se postran ante el Corazón Herido del Buen Maestro y le consuelan con su amor durante la Hora de Guardia.
EL AMOR REPARADOR
Con JUAN, En pie cerca de Cristo Crucificado recogen y ofrecen sin cesar a Dios por las necesidades de la Iglesia y la conversión de los pecadores, la Preciosísima Sangre y Agua salidas de la Herida del Corazón de Jesús.
EL AMOR INMOLADO
Con MARÍA, Se unen víctimas voluntarias al Salvador perpetuamente sacrificado sobre nuestros altares y cooperan en Él por sus propios sacrificios a la salvación del mundo.